martes, 20 de noviembre de 2012

UN EQUIPO DE HOMBRES QUE SE RESPETAN Y SE QUIEREN SERÁ INVENCIBLE


META DEL ENTRENADOR: CONSEGUIR UN GRUPO UNIDO

Cuando un grupo de jugadores se reúnen para jugar un partido de fútbol, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer a quienes integran ambos bandos.
Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo y luego cada uno de ellos elige alternativamente a sus compañeros.
Se supone que los mejores serán elegidos en los primeros turnos, quedando los  peores para el final.
Pocos habréis reparado en el contenido dramático  de estos lances. El jugador que está esperando a ser elegido vive una situación que pocas veces se da en la vida: sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o rechazan. Sin eufemismo, conocerá su verdadera posición en el grupo.
Un determinado jugador, cuando hacía de elector, observamos que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles, a lo largo del tiempo llegamos a comprender que lo que de verdad le importaba, era jugar con sus amigos más queridos, aunque no fuesen los mejor dotados técnicamente.
Puede parecer un criterio apenas sentimental, pero es por encima de todo táctico-estratégico: uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo apoyarán, lo alentarán y lo perdonarán.
UN EQUIPO DE HOMBRES QUE SE RESPETAN Y SE QUIEREN SERÁ INVENCIBLE. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los indeseables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario